La Tarta de Santiago es un tesoro gastronómico arraigado en la rica tradición gallega, con sus raíces en la alta repostería y su evolución a lo largo de los siglos, consolidándose como icono culinario de la región y extendiendo su fama más allá de sus fronteras.
El origen de la tarta de Santiago, al igual que los polvorones, data de la Edad Media cuando se introduce la almendra (principalmente importada desde las tierras del Levante español) en Galicia. A pesar de su escasez y coste, la almendra fue consumida inicialmente por las clases más adineradas que empezaron a usarla, entre otros usos, para hacer repostería de alta calidad.
La tarta de Santiago, inicialmente conocida como “tarta real”, se menciona por primera vez en 1.577 en la Universidad de Santiago, donde se describe como un postre elaborado con almendra molida, azúcar y huevos, horneado y servido en porciones individuales.
En el siglo XIX es cuando la almendra y sus productos derivados se popularizan y se consolida lo que hoy conocemos como cocina tradicional gallega, fusionando la alta cocina y la gastronomía popular.
La tarta de Santiago, con su característico sabor y presentación, se convierte entonces en un distintivo de la repostería gallega. Y durante el siglo XX, esta delicia se integra progresivamente en los tratados culinarios españoles, fortaleciendo aún más su conexión con la tradición gallega.
La tarta de Santiago es un tesoro gastronómico arraigado en la rica tradición gallega, con sus raíces en la alta repostería y su evolución a lo largo de los siglos.
Pero no es hasta 1.924 cuando la tarta de Santiago toma su característica imagen, con la Cruz de Santiago como toque distintivo. Ese año, José Mora abrió una pastelería llamada “Casa Mora”, y decidió incorporar la cruz de Santiago a la famosa tarta de almendra. Este toque distintivo e innovador se convirtió en el emblema de la ciudad de Santiago en lo que a pastelería se refiere.
Cabe decir que el “Inventario español de productos tradicionales”, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en 1.996, recoge a la tarta de Santiago como producto típicamente gallego en la sección dedicada a los productos de pastelería.
Y en 2.008, la “Tarta de Santiago” pasa a ser un producto amparado por la Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) como dulce tradicional gallego. En ella, los ingredientes básicos de la tarta de Santiago son almendras, azúcar y huevos.
Gracias a José Mora, y su pastelería “Casa Mora”, en 1.924 la tarta de Santiago toma su característica imagen con la cruz de Santiago como toque distintivo.
Como veis, esta es una receta súper fácil, ya que únicamente hay que mezclar todos los ingredientes, añadir la mezcla en un molde y dejar que se hornee. Pero a la vez es un postre exquisito y el icono de la repostería gallega.
Yo os propongo una receta que se sale un poco de la receta original ya que, además de los ingredientes típicos (huevos, almendra molida y azúcar), lleva un poco de leche y levadura química.
En mi opinión, aunque la receta original es deliciosa, la adición de leche y levadura química hacen que la tarta tenga una textura más ligera y esponjosa. Haciendo que la miga de la tarta sea más aireada y suave.
Además, no debemos olvidarnos de que es una tarta sin gluten (si eres una persona celiaca o tienes intolerancia al gluten, no dejes de probar estas recetas de tarta de zanahoria o brownie de chocolate).
Y ya que en 1.924 José Mora innovó incluyendo la cruz de Santiago, ¿Por qué no innovar ahora e incluir algún otro dibujo? Yo he probado con la K de Kokohuete, un copo de nieve o incluso San Fermín …
Y tú, ¿Te animas a hacerla?
¡Vamos allá con esta receta tan sencilla!
Dificultad: FÁCIL
Tiempo de Preparación: 1 hora
Tiempo de horneado: 40 minutos
TARTA DE SANTIAGO
INGREDIENTES (Para 1 tarta de 26 -28 cm de diámetro)
- 4 huevos (L)
- 250 g de almendra molida
- 200 g de azúcar
- 150 g de leche
- 1 cucharada o sobre de levadura química
PREPARACIÓN
En primer lugar, precalienta el horno a 160 ºC. Calor arriba y abajo, sin ventilador.
Después, impregna todo el molde de la tarta (tanto la base como las paredes del molde) con aceite. Haremos esto para evitar que la masa de la tarta se pegue a la superficie del molde y sea más fácil desmoldar.
Añade todos los ingredientes en un bol, y bate hasta que esté todo bien mezclado.
Una vez mezclados todos los ingredientes, vierte la mezcla en el molde. Ayúdate de una espátula para limpiar bien las paredes del bol y así aprovechar toda la mezcla. ¡Que no se desperdicie nada!
Introduce el molde en el horno. Colócalo a una altura media-baja.
Y por último, hornea la tarta a 160 ºC durante unos 40 – 50 minutos o hasta que veas que la superficie de la tarta está bien cocinada. Yo utilizo la función calor arriba y abajo y sin ventilador, pero si quieres utilizar ventilador, recuerda que debes bajarle 20 ºC y hornearlo a 140 ºC.
Un consejo: No hagas la tarta a más temperatura para reducir los tiempos; sólo conseguirás que se te queme el exterior de la tarta y que el centro se quede crudo.
Tras hornear, saca la tarta del horno y déjala enfriar con un paño de cocina encima (así evitamos que la tarta sufra un cambio de temperatura muy brusco tras sacarla del horno y ayudará a que se mantenga mejor la estructura esponjosa de la misma).
Una vez fría, y antes de servir la tarta, coloca la plantilla en la tarta y adorna con azúcar glas. Como hemos visto, la verdadera tarta de Santiago lleva la cruz de Santiago decorándola, pero si quieres, ¡puedes darle el toque que quieras y añadir otra figura de adorno!
TARTA DE SANTIAGO
1
tarta de Santiago1
hora40 - 50
minutosIngredientes
4 huevos (L)
250 g almendra molida
200 g azúcar
150 g leche
1 cucharada o sobre de levadura
Preparación
- Calienta el horno a 160 ºC / 320 ºF
- Impregna todo el molde de la tarta con aceite
- Añade todos los ingredientes en un bol y bátelos hasta que esté todo bien mezclado
- Una vez mezclados, añade la mezcla en el molde e introdúcelo en el horno
- Hornea la tarta durante unos 40 - 50 minutos
- Una vez horneada, saca la tarta del horno y déjalo enfriar con un paño de cocina encima
- Coloca la plantilla en la tarta y adorna con azúcar glas
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